lunes, 26 de mayo de 2014

I JORNADAS "MUJER Y VIOLENCIA"

"¿Tú crees que disfruto con esto? ¿Qué me gusta verte así?
Es que no sé porque te empeñas...No sé, no sé porque te cuesta tanto aceptar el orden de las cosas Julia...
No lo entiendo mi vida... no lo entiendo."

EL ORDEN DE LAS COSAS. Nominado al premio Goya 2011 al mejor cortometraje de Ficción.


19 minutos y 58 segundos. Ese es el tiempo que no mantienen los directores de este intenso corto atentos a cada detalle de la filmación. 
Impactante, esa es la palabra.

Día a día llegan a nuestros oídos datos de mujeres fallecidas a causa de violencia de género, formas brutales en las que maridos asesinan a sus mujeres, y sentencias dictadas que son de todo menos justas. 
Por desgracia el ser humano vive acostumbrado a ese tipo de noticias, llegan a nosotros tan a menudo que las tomamos como habituales, y ya no reaccionamos con sorpresa, indignación o furia contra esos actos. Son tantos los casos de violencia producidos en un año en una ciudad, que un acto tan cruel, tan despiadado y tan ruin, es algo que por desgracia está muy integrado en nuestra sociedad. Ya no reaccionamos ante ellos.

Pero un día descubres historias, gente que dedica su tiempo a reivindicar contra estos actos, que lucha continuamente por el respeto y la integridad de las mujeres, por expulsar estos comportamientos de la sociedad y vivir en un mundo de tolerancia y respeto hacia el otro. 
Gente que lucha por nosotras, y eso, merece que todos nos sumemos a ellos. 

EL ORDEN DE LAS COSAS. El maldito orden de las cosas... 

Julia es una mujer casada. Marcos, su marido, proviene de una familia un tanto peculiar. Entre sus hábitos, está el maltrato a su esposa. Educarla como a un perro. 

Gota a gota va reuniendo el valor para cambiar el orden de las cosas. La bañera poco a poco se va llenando, hasta que de repente, se vuelve a vaciar. El miedo se apodera de ella y continúa aguantando. 



Sumergirse en el agua, es buscar su libertad. Allí nadie la molesta, nadie puede contactar con ella, es la búsqueda de su escapatoria. Aunque también es lo que le ahoga, está encarcelada, no puede salir de ahí, porque el agua nunca rebosa, no consigue esa ansiada libertad. 

Una y otra vez, la bañera se vacía, todo vuelve a la realidad, las heridas salen a la luz, todo lo soñado se esfuma.  Simboliza su estado de ánimo: cuando más llena está, más valor reúne, para salir, escapar de esa pesadilla de vida que le ha tocado, cambiar todo lo que sea posible. 
Cuando recibe la llamada telefónica, decide salir, irse con su hijo... Pero Marcos de nuevo vacía la bañera, ahogando su valor y sus fuerzas para abandonar. 



El cinturón, muestra el orden de las cosas, una tradición familiar, un machismo que va de generación en generación. 
Hasta llegar a Marcos, quien realmente quiere a su esposa, pero se encuentra en una encrucijada con su familia, quien parece que va a ser un apoyo para Julia, pero realmente es una tortura aún mayor. 
Ambas mujeres están sometidas a la misma tortura que ella, por lo que le piden que no se oponga, que será peor para ella, lo van a hacer de todas maneras, es como una obligación, algo que venía incluido en su matrimonio, es lo que hay que hacer. 



Marquitos, su hijo, corta esa tradición familiar. Encuentra el cinturón que su madre tiene escondido en la bañera descubriéndo las heridas y moratones que le han sido proporcionados. Se da cuenta de la realidad que recibe la mujer que le ha dado la vida, y decide darle alas, ayudándola a esconder ese cinturón, evitando de nuevo esos golpes y el martirio al que está sometida. 



Poco a poco el pequeño se va dando cuenta de la clase de persona que es su padre. Recuerda su avión roto, el que nunca arregló, promesas incumplidas, engaños... Es el momento en el que Marquitos pierde su ignorancia, se hace un hombre, se da cuenta de que le quiere hacer cómplice de las barbaridades que él comete. Pero decide no pasarse a su bando, ayudar a su madre a escapar. Esta dispuesto a cortar EL ORDEN DE LAS COSAS.

Durante los 19 minutos aproximadamente de vídeo, se observa como pasa la vida de Julia, como envejece su marido y como crece su hijo... Pero ella no evoluciona. Porque se trata de una perspectiva de su vida. Desde que Julia recibe el primer maltrato, ella esconde el cinturón, y observa como será su vida si permanece al lado del hombre que la maltrata desde la bañera. Ve como los moratones aumentan, como su energía se ve absorbida por el hombre con el que se casó, como no hay escapatoria. Ve como no es libre.



La parte final del video, muestra las consecuencias de su vida. Tras numerosas súplicas, Julia le da el cinturón, pero no es un simple gesto. Se trata de un compromiso. El cinturón o ella.
La bañera por fin rebosa, Julia ha conseguido las fuerzas necesarias para salir de la bañera, para abandonar e iniciar una nueva vida.


Todo se inunda, y ambos se sumergen en el agua. De nuevo, Marcos joven aparece con el cinturón en la mano, como antes de casarse, pero esta vez Julia sabe lo que pasará si permanece a su lado, por lo que trata de arrebatarle el cinturón para olvidarse de él, vivir con el hombre al que ama sin someterse al maltrato.
Pero él no suelta. Él no es capaz de renunciar al cinturón, por lo que ha llegado la hora de que Julia se marche, piense por ella misma, decida lo mejor… Abandonarle. Devolverle el anillo que muestra su compromiso, haciéndole ver que olvida todo, comienza de cero. 



Marcos realmente ama a Julia, pero ama una versión sumisa de ella. Le suplica que le de el cinturón porque él no quiere golpearla ni abusar de ella, pero ha sido educado para ello, por lo que finalmente elige el cinturón y no a su esposa.

La parte final del video muestra el océano de libertades de Julia. Es una mujer nueva, todo lo que ha vivido ya no existe, comienza de nuevo.
Tiene un mar de posibilidades, de direcciones y objetivos. Cualquier cosa es posible ahora, no está atada, nadie decide sobre ella. Comienza a nadar buscando la orilla donde comenzar su nueva vida. 



Y es en esa orilla, donde se observa la valentía de las mujeres que le plantan cara a sus adversarios, que luchan por ellas mismas, por su dignidad y por elegir como vivir.
Esas bañeras muestran el abandono de la sumisión, el fin del suplicio vivido, el comienzo de una nueva etapa, en las que ellas, son sus únicas dueñas.
Se acabó la bañera, se acabó el agua, el aguante y los golpes. 
Se acabó el pasado, comienza el presente, comienzan sus vidas.







DISFRUTEN...

https://www.youtube.com/watch?v=hfGsrMBsX1Q


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